La muerte celular[1] es el cese de las funciones vitales de una célula producida por cambios morfológicos, funcionales y químicos irreversibles. La muerte de las células puede desencadenarse por múltiples causas naturales: pérdida de su función, daño mecánico, infección por microorganismos o virus, acción de agentes químicos tóxicos o la falta de nutrientes. Ésta según criterios clásicos, se puede dividir en una muerte que transcurre por mecanismos regulados llamada “programada” que es la que se produce en el desarrollo embriológico y la no regulada o accidental causada por agentes tóxicos, isquemia, etc. Los tipos de muerte celular incluyen la apoptosis, la autofagia, la necrosis y la erebosis.